La papa
(Solanum tuberosum), es un tubérculo que se originó en la parte alta de los
Andes, y ha servido como un producto alimenticio para el hombre durante los
últimos 8,000 años. Sin embargo, no fue hasta la conquista española que estos
tomaron muestras de papas de regreso a Europa en el siglo XVI, y fue así que el
fruto se elevó hasta alcanzar el estatus de alimento universal.
Según una
antigua leyenda, cuando los fundadores del Imperio Inca, Manco Cápac y Mama
Ocllo, emergieron de las aguas del lago Titicaca, lo primero que el dios
Wiracocha les enseñó fue cómo sembrar las papas.
En el
Perú, se estima que las papas han sido cultivadas en los últimos 8,000 años y se
siguen cultivando en mayor variedad que en cualquier otro lugar. El
“Centro Internacional de la Papa”, en las afueras de Lima, realiza estudios
y mantiene el material genético para miles de especies silvestres
y papas cultivadas.
Las papas
del Perú vienen en una variedad de tamaños y colores. También pueden ser
redondas o alargadas, suaves o de piel arrugada, pequeñas como las cerezas o
tan grandes como un puño y con una variedad de sabores. Otras raíces y
tubérculos que son similares a la papa peruana, son los ollucos o “papa
lisa”, que también son cultivados y utilizados como las papas. La cocina
peruana incorpora frecuentemente en su gran variedad de platos a la papa.